viernes, 31 de julio de 2009

El punto de no retorno. Mujeres de Venus, hombres de Marte.

Ayer caminando junto a unos amigos pasamos por una tienda de lencería masculina (¿se llama así?) y vimos un calzoncillo con relleno en el culo, lo que vendría a ser el sujetador con relleno masculino.

Salió el debate de qué ocurriría al llegar en una relación esporádica al punto de no retorno. Definamos primero el denominado por mi "punto de no retorno": es el instante temporal de tiempo en el que la relación sexual es inminente.

La cuestión a debatir está en, una vez alcanzado el punto de no retorno, la reacción al detectar en la otra persona que lo que nos había atraído en un principio es un simple relleno (tetas o culo). Ayer concluimos que, en el caso masculino, la reacción al ver la "prótesis mamal" es que no importa y siempre acabará la faena. En el caso de la mujer determinamos que se pueden dar dos situaciones pero siempre basadas en que realmente sí les importa (incluso les desagrada en gran medida) encontrarse esa situación: una es acabar la faena pero por pena; la otra, es romper la teoría del punto de no retorno y escapar de la situación (por lo que se ve la escusa de "espera un momento que voy al baño" es muy frecuente por lo que aconsejo impedirlo... Siempre se puede conseguir dar algo de pena).

El debate queda abierto. Se abre la veda para lanzar vuestra opinión.

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P.D: ¡He vuelto!

1 comentarios:

N dijo...

yo salgo corriendo, rompo el punto de no retorno sin pensarmelo... lo artificial no me gusta! xD